
presenta
La superficie del Rose Gold no está hecha de metal: de hecho, es un polímero que aporta una tecnología alemana en la que las partículas de cobre se vaporizan al vacío sobre la superficie del material, lo que da como resultado un recubrimiento resistente a la corrosión y a los impactos.
De una tecnología alemana, transportamos a la superficie Rosé Gold con todo el refinamiento y el encanto del cobre.
La superficie Rosé Gold tiene un revestimiento de calidad, resistente a la corrosión y al impacto.